A. I

    Hoy quiero hablaros sobre el primer hombre que me enamoró, A.

    Creo que nos ha pasado a todos en algún momento dado, el primer profesor/a, el hermano/a de un amigo/a, sean mayores o pequeños dependiendo del caso, claro está.

    En esta ocasión es el hermano mayor de una amiga.

    Esta chica debo reconocer que tiene dos hermanos mayores de rompe y rasga, pero uno de ellos es bastante estúpido con respecto a mí, mientras que el otro que es de quien os hablo, me parece fascinante.

    Siempre le ha gustado mucho hacer ejercicio y tiene un cuerpo muy bonito, algo sencillo en quien no para, pero lo que siempre me ha enganchado son dos cosas muy distintas a eso, su pelo canoso siendo muy jovencito y unos ojos marrones con vetas verdosas.

    Ahora cada vez que escucho esa canción de Shakira me acuerdo de él y es una lata.

    Os puedo decir que ni siquiera sé si las tiene de verdad, porque hace mucho que no hablo con él y cuando lo hacía me quedaba ensimismado…

    El punto de inflexión con el amor platónico típico radica en su tontería supina cuando había alguien delante, y su estupendo carácter si hablábamos a solas.

    Algo que me sacaba de quicio, no soporto esa actitud.

    Así que hizo que algo idealizado y fantástico sin ningún tipo de interés real, se volviese simple y sencillamente…

    REALIZABLE.

    Hoy por hoy debo añadir que sigo pensando en él, me lo cruzo de vez en cuando y nos saludamos, sin embargo quiero que entre nosotros haya algo más o nada, una situación que le dije en su momento.

    Aunque la pelota está en su poder, sueño con el día que venga y me demuestre lo que siente.

    Por cierto sé que me corresponde porque me lo confesó, junto con sus problemas con ello, motivo por el que prefiero alejarme hasta que supere mis ganas de arrancarle la ropa y comérmelo.

    Es muy difícil que alguien te deje de gustar…

    ¿Verdad?

Deja un comentario