A. II

    No tengo remedio, está clarísimo.

    Cada vez que me lo cruzo sigo preguntándome el motivo por el que no da el paso y cómo es posible que después de tanto tiempo siga deseando verlo desnudo frente a mí.

    Reconozco que nunca he tenido problemas con aquello de estar con varios tíos al mismo tiempo, y que todos ellos lo supiesen, incluso soy de los que creen firmemente que mi fidelidad es muy cara y no todo el mundo la puede comprar.

    Aunque cuando me topo con tipos como A, debo deciros que hay varios, me nacen unas ganas tremendas de hacer el loco.

    Con eso me refiero a superar mi “flema inglesa”, cogerlo de los hombros, empotrarlo contra la pared y desnudarlo sin miramientos. Seguir leyendo

A. I

    Hoy quiero hablaros sobre el primer hombre que me enamoró, A.

    Creo que nos ha pasado a todos en algún momento dado, el primer profesor/a, el hermano/a de un amigo/a, sean mayores o pequeños dependiendo del caso, claro está.

    En esta ocasión es el hermano mayor de una amiga.

    Esta chica debo reconocer que tiene dos hermanos mayores de rompe y rasga, pero uno de ellos es bastante estúpido con respecto a mí, mientras que el otro que es de quien os hablo, me parece fascinante.

    Siempre le ha gustado mucho hacer ejercicio y tiene un cuerpo muy bonito, algo sencillo en quien no para, pero lo que siempre me ha enganchado son dos cosas muy distintas a eso, su pelo canoso siendo muy jovencito y unos ojos marrones con vetas verdosas.

    Ahora cada vez que escucho esa canción de Shakira me acuerdo de él y es una lata. Seguir leyendo