No tengo remedio, está clarísimo.
Cada vez que me lo cruzo sigo preguntándome el motivo por el que no da el paso y cómo es posible que después de tanto tiempo siga deseando verlo desnudo frente a mí.
Reconozco que nunca he tenido problemas con aquello de estar con varios tíos al mismo tiempo, y que todos ellos lo supiesen, incluso soy de los que creen firmemente que mi fidelidad es muy cara y no todo el mundo la puede comprar.
Aunque cuando me topo con tipos como A, debo deciros que hay varios, me nacen unas ganas tremendas de hacer el loco.
Con eso me refiero a superar mi “flema inglesa”, cogerlo de los hombros, empotrarlo contra la pared y desnudarlo sin miramientos. Seguir leyendo