B. II

    Después del primer post de este chaval, se enfadó conmigo por lo mismo de siempre, la verdad duele.

    Fue lo suficientemente maduro como para tomárselo con perspectiva y huir de alguien a quien estaba utilizando de mala manera…

    Las cosas han cambiado.

    Sí, tiene una vena manipuladora increíblemente incisiva pero su corazoncito es igual de grande.

    Sigue sin tener el valor suficiente como para dar el paso que quiere dar, sin embargo ya no siente la necesidad de ponerse por encima de mí. Seguir leyendo

Animales Domésticos X

    Hay un rumor infundado que dice que los hurones son patosos, yo no lo veo así, trepan allí donde pueden, investigan todo lo que se les permite y parte de lo que no…

    La única pega es que tienen serios problemas de concentración.

    Lo he visto en muchos de ellos, no sólo en los míos, si se centran en lo que están investigando y en las patas delanteras, lo más probable es que se olviden de las traseras… Seguir leyendo

Piedra Luna

    En plena resaca de mis emociones crecientes y conscientes, la luna apareció en mi firmamento estrellado, eclipsando la luz de todas aquellas piedras que estaban a su alrededor.

    Era una piedra redonda y blanca, brillaba con una intensidad irisada colmando mi ser de una suerte de mar interior.

    La marejada que inundaba mi mente se había deshecho con el cuarzo rosa, sin embargo seguía existiendo una milésima parte y esta luna que me alumbraba ayudaba a controlar esos movimientos emocionales, dándoles un sentido y una periodicidad estabilizadora.

    Empecé a sentir una cadencia, un ritmo, algo que se sincronizaba con la canción de mi alma. Seguir leyendo

Dioses IV – Tildy 9

    Con la imagen del magma aún en la retina todos volvieron a casa de Oli. Según el oráculo muchas cosas iban a pasar en sus vidas.

-«Tildy y yo deberíamos irnos a casa, tenemos mucho de lo que hablar.»- Dijo Rosa en voz alta.

-«Vale, nosotros estaremos por aquí y espero que sigamos en contacto.»- Respondió Olivier dirigiéndose a la puerta de entrada.

    Las dos muchachas cogieron sus cosas y se despidieron de los dos que aún no habían hablado. Fer y Lucas les dieron dos besos mientras se observaban de reojo.

    Al poco tiempo Olivier volvió al salón y se quitó los zapatos sentándose en el sofá. Miró a los dos y se dio cuenta que estaban con la vista fija en una esquina. Allí sentado en el aire y totalmente desnudo se hallaba Laudiel. Seguir leyendo

Druidas II – Eusebio 9

    Durias se irguió apoyándose en el árbol.

-«¿Qué quieres decir, Eu?»-

-«Que esto es tierra de Druidas, aquí vuestra magia no funciona. Ya no somos los únicos que existen.»

-«¿Éramos los únicos que existían?»- Preguntó anonadado Sebas.

-«Sí, erais una anomalía en el mundo de las energías arcanas, querido… Pero eso ya te lo deberían haber dicho.»- Contestó Durias lacónico.

    Sebastián miró a Eusebio de forma agresiva y con un tinte de locura en su expresión. Estaba claro que había demasiadas cosas que no sabía, pero estaba cansado de que todo el mundo creyese saber lo que le convenía o no.

-«Entiendo que tenemos una conversación pendiente, Sebas, pero es para otro momento.»- Dijo Eu esperando apaciguar a su compañero.

-«Bueno, ahora entonces me toca a mí…»- Interrumpió Lucas apareciendo de la nada.

    Los tres se giraron a mirarlo. Seguir leyendo

Cuarzo Rosa

    Ya me sentía preparado para ejercer el dominio de mi cuerpo y mi alma.

    Pero las piedras no estaban de acuerdo con esa conclusión y así lo hicieron notar. Se pusieron a vibrar todas al unísono, haciendo que mi ser empezara a responder a su energía con la mía.

    Todo terminó de forma abrupta al aparecer una masa de cristal rosa enfrente de mi cara.

    «No quieras adelantar acontecimientos, hay que dar los pasos de manera adecuada y de uno en uno.» Seguir leyendo

Espeluznantes Casualidades

    Si os gusta la serie de Sanctuary y todavía no habéis terminado la segunda temporada, será mejor que dejéis de leer.

    Hace ocho días que un seísmo de 9 puntos en la escala de Richter, una forma de medir las perturbaciones terrestres que, hasta ese momento, no había superado, en 34 años que tengo de vida, su magnitud de 8 azotó el océano Pacífico.

    Lo curioso es que me encontraba desayunando cuando me enteré de la noticia y lo primero que pensé fue: Gran Berta.

    Mi propio cerebro casi dormido se sorprendió de mi conclusión estrambótica y me puse a pensar en lo del nombrecito. Seguir leyendo

Dioses IV – Tildy 8

-«Bien, está claro que Tildy pertenece a algún tipo de élite.»- Dijo Fer con una sonrisa en la cara.

-«Eso si en algún momento alguien lo ha dudado.»- Respondió Rosa.

    Los cinco se miraban unos a otros y después al libro. Fernando lo cogió hábilmente entre las manos de Lucas y lo abrió de golpe.

    Todos cerraron los ojos por instinto y se tapaban la cara con las manos. No hubo ningún destello.

-«Bueno, debo ser alguien normal, no se enciende.»-

-«¿Crees que es un aparato eléctrico?»- Preguntó Oli mientras lo cogía abierto de las manos del ojos de gato.

-«¡No…!»- Seguir leyendo

Lo Bueno De Pinocho

    Estoy cansado de las mentiras.

    Lo bueno que tenía Pinocho era que al mentir le crecía la nariz.

    Algo así me encantaría que le pasase a la gente de mi entorno.

    Lo primero que debéis entender de mi persona es que soy demasiado perspicaz, se me escapan muchas cosas, muchísimas, pero de otras tantas me entero y llegó un momento en el que me cansé de ser el único sincero. Seguir leyendo

Rubí

    La situación estaba preparada y orquestada.

    Las vampiresas se hallaban despistadas pensando en sus cosas y que nada les impedía hacer lo que siempre habían hecho.

    Pero desde mi cuna sideral el ectoplasma de mi ser astral vibraba con energía suficiente como para encender toda la ciudad.

    Necesitaba acción, empezar a descolocar y obtener resultados.

    Una mañana excesivamente temprano me sorprendió la luz roja más intensa que había visto en mi vida. Seguir leyendo

Durias IV

    Me pasa algo muy curioso con este hombre, ya os he hablado de él anteriormente y cómo nuestra relación ha ido cambiando poco a poco.

    Lógicamente no os he contado todo con pelos y señales, algo que tampoco pienso hacer, pero sí hay muchas cosas que me gustaría expresar.

    Para empezar deberíais saber que odio, ¡ODIO!, el nombre de Francisco.

    Y como es un pesado desde ahora será conocido por Durias, tiene un serio problema de pánico… Seguir leyendo

Sodalita

    Con tanta información en mi cerebro, un rato de calma se impuso en mi cuerpo astral.

    Como ya era habitual el rastro de una luz me hizo seguir su descenso hasta mis ojos, allí estaba una sodalita en pleno apogeo, girando y perdiendo su luz poco a poco.

    La calma me inundó y los pensamientos fluyeron como un río suave, estaba claro que era el momento de empezar a actuar. Las cosas iban a cambiar. Seguir leyendo

Druidas II – Eusebio 8

    Los druidas sentaron al mago herido con la espalda apoyada en el tronco de un árbol cercano y que se hallaba fuera de los límites del escudo.

    Eu se marchó corriendo al huerto y volvió rápidamente. Chasqueó los dedos sobre el suelo y al apoyar la mano, un círculo de piedras apareció alrededor. Colocó un trípode dentro, de él colgaba un gancho que a su vez sujetaba una marmita, rezó algo en voz baja y una chispa prendió entre las piedras.

    Sebastián estaba perplejo, nunca había visto construir una fogata de una manera tan rápida.

    Otro rezo por parte del druida y la marmita estaba llena de agua, comenzó a echar plantas dentro y seguía mascullando entre dientes. Cuando paró y miró al muchacho, los ojos de Eu eran blancos como la leche, no existía rastro del iris ni de la pupila. Seguir leyendo

Animales Domésticos IX

    Llegados a este momento, a mi madre dejó de asustarle los hurones y lo cambió por adoptarlos, mimarlos y fotografiarlos.

    Yo estaba muy cansado de que pasasen frío en invierno, busqué opciones y acabé comprando una especie de saco de dormir en la tienda donde compré a Gea.

    Para ellos fue el gran descubrimiento, desde ese momento no paraban de meterse en ella… Hasta para ocultarse de la luz de la habitación. Seguir leyendo