Con la llegada del año nuevo, algo más entró en casa… Horus se hizo un hueco en nuestras cosas. El bebé llegó, vio y venció. La única que mantiene un poco su posición es Gea, que con un par de mordisquitos y tres bufidos hace con él lo que quiere.
Bueno, este macho de hurón tenía seis meses al aparecer, de eso ya hace cuatro años y sigue igual de juguetón que siempre. Es lo opuesto a la lanzada de mi niña, Horus siempre mira tres veces antes de actuar. Recuerdo que me estuvo estudiando a escondidas durante un año entero. Seguir leyendo